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Viajantes y Paseantes, la reflexión de un cura "Pecador":

Había un cura en el barrio de Devoto que era simplemente depravado y no tenía otra afición que lo que él creía que era la filosofía. Como hombre de la ciudad, es decir hombre en una sociedad y no una bestia, debía fingir respeto e incluso creer que su respeto superficial a la Ley era algo que hacía a la verdad.
Mientras que algunos cantan odas al irrespeto a la Ley y algunos chorros hablan de sus robos en el colectivo, y otros ven escenas criminales pero no se atreven a hacer justicia si nadie da el primer paso, la inhibición de unos y otros pinta bien al ser humano sin concesiones. Por eso, incluso, veremos que esta “filosofía”, más que rebelde es irreverente.
Cuando lo conocí lo ví como era, un hombre de apariencia normal y de forma de hablar muy cordial. Solamente cuando estaba seguro que su interlocutor nada parecería importarle lo que dijera, revelaba sua pasión por bestialismo, y sin pena contaba como le gustaba coger ovejas, perros, y lo que le viniera a la mano. Era el suyo un sentido de la conexión bastante particular, también contaba su relación con mujeres varias, hombres, niños y niñas algunos de muy corta edad. Impasible, iba contando. Uno no sabiendo si el cura era o no mitomano o si era cura, o si simplemente era un loco de atar lo dejaba seguir. En este dejar seguir, el cura, fue deshojando las margaritas que hacen a la vida humana.
Este cura renunció a otras coartadas para sus elecciones podría haber sentido que era un artista, o un tipo diferente, un “genio” un Woody Allen tan amigable, un Salvador Dalí tan excéntrico, un Pasolini- tan “pasional” , algunos dirían que si no mediaba la violencia, todo lo que hiciera estaría dentro de todo bien. A diferencia de esto, este cura no quería cambiar el balar de las ovejas porque lo que el hombre no descubre por sus medios, ningún otro le puede hacer descubrir. Cuando hablaba de temas filosóficos, creía como el pelado foucault que lo suyo antes que nada era defender su versión de las cosas. Un postmoderno que tomando la Fe en la eternidad se había puesto al servicio del Vaticano.
De las herejías que hemos visto en este tiempo, todas tienen algunos problemas, todas están demasiado prestas a seguir a la Biblia a la revelación. Este cura jamás tuvo un sueño terrible, el Chat con Dios, le estaba vedado, como la verdad, la justicia, la ecuanimidad, fortaleza y la ecuanimidad, al menos en los términos más convencionales.
El cura si soñaba y se acababa con frecuencia con distintos constructos de su imaginación, uno de ellos, era que la lamiera el pene pero claro una mujer con cabeza de cerdo. Era una suerte de seguidor de Empédocles triple XXX, antes que nada, la naturaleza aún desordenada terminaba en el asador. Pero esto nada hacía a su apetito, a su voluntad de unirse con el todo. En este sentido, obsesionado, a veces estresado, su pseudo pansexualismo, lo ponía enemigo de la medicina de igual forma que los que por pureza no comen una morcilla, no meten un hígado ajeno, o no quieren transfusiones de sangre.
Nuestro cura, siendo filósofo, según él creía, suponía sin embargo adolecer de un gran mal, su expresión era defectuosa, sumada a su prontuario haría que toda la buena voluntad fuera muy difícil de transmitir. No podría saber si la deducción, el análisis, al confesión impune, la poesía, la dramaturgia era la mejor vía de poder decir lo que él sabía, y que todos ya sabían.
Siendo cura se mostró siempre indiferente. Se mostró impío en muchos sentidos, la no existencia de Dios, no llevó a pensar en la maldad del ser eterno sino por el contrario el darse licencias, al ver que Dios, al no impedir el “Mal”, el mal importante era el que no se le podría impedir a él. Siendo así, no era que todo estaba permitido, porque el furor de los hombres y las mujeres inspirados por “buenas ideas” puede ser terrible más cuando quieren hacer justicia. Pero sin embargo, ¿por qué no? Se daba la libertad tan codiciada de ser un “Libre pensador”.
Recuerdo bien la plaza de Devoto porque es cuadrada o bastante cuadrada, y entonces, uno casi que va tranquilamente caminando en un simple ejercicio mecánico. Era él, un ministro de Dios carente de problema alguno, tenía en seguir sus inclinaciones. Si un pibito o pibita le gustaba, pensaba en la oportunidad y no en el deber,en la ocasión y no en el sentido, pero en esta ocasión justamente y aparentemente no quiso saber nada de sus historias pedofílicas, ni en el monstruo que era si todo lo que decía, si en el fondo lo que expresaba era cierto. Simplemente podría ser parte de esta gente despreciable o respetable que forma parte de las novelas francesas de hoy en día, dónde negro significa pija grande, y cogerse una nena de catorce puede ser una salida al estrés.
Era muy distinto a los demás, siempre se prefiere a locos violentos porque son más fáciles, siendo más fáciles ver con furor a quienes son criminales pero no pueden contenerse, quienes matan por matar, quienes coger por coger con violencia es su fin y no su medio. Bestias pero bestias, absurdas, bestias que no han superado la domesticación, simples fallas del sistema pero muy simples.
A diferencia de la pequeña burguesía que dice que coge todo, hace stand-up con ello, desprecia la carne y le pide atención de esa carne, todo el tiempo reza estas afirmaciones y ve las miserias de la carne pero no las acepta van en contra de su dignidad. El cura estaba encendido por la gracia de Dios. En sus momentos de pasividad, se sentía presto a que su culo fuera cogido por Zeus, el Espíritu Santo o un lápiz negro. Sabía que como se dejaba poseer carnalmente- “Poseer pero sin considerarse especial”- también así lo podría poseer Dios y ser poseído por él, y pensaba en las místicas que a su manera ya habían marcado el camino con sus orgasmos en torno a dios, y en la vida de algunos monasterios donde el lesbianismo y la “Homosexualidad masculina” estaban a la orden del día. Este era su pensamiento católico duro, el problema de la fe ¿Por qué la culpa ha de negar el perdón de Dios y la Salvación?, la libertad , las obras, y el pecado. A diferencia de otros, creía que el Bien, era bien en sí mismo y fórmula última de la naturaleza, el Bien era lo real y concreto, el amor y la crueldad eran formas el amor, el que pide amor a quien no corresponde, y el que pide desgracias que no corresponden a otros por su maldad y que cree no merecerlas en él, no sabe someterse al Ser Supremo. Teniendo esto por bueno sabía que el vicio, que era un mal uso de algunas formas de alivio como los nervios que facilitan el controlar el cagar son los que por ventura dan el placer anal y no otra cosa, y siendo que la reproducción no sería nada sin el miedo a la muerte, y el placer del sexo. La resistencia del ano ante la mierda, la educación de este a la más tierna infancia, la doble conciencia del ojo del culo eran en esencia una parte fundamental de los misterios, ¿No es acaso un problema de la doble naturaleza un problema esencialmente mesiánico? ¿El mal uso del cuerpo no es la otra faceta de la naturaleza humana? No es por esto, en el sentido de no saber pensar las intensidades un problema de la mente, o el cuerpo, descartamos el materialismo vulgar sabemos solo que los bien constituidos tiene efervescencias múltiples.
Entre todas estas cosas, iba a su forma en torno al “Giro Teológico de la Política” pero claro no era un imbécil que iba a leer a la Biblia en su sentido oculto, no era “Europeo”, era otra cosa, le gustaba ver a las niñas púberes por el parque, viendo una anticipación de los ángeles del cielo, de los demonios inteligentes; le gustaba en suma ser un depravado para lo que dijera fuera tanta verdad como era verdad sus actos. Si en la cárcel un día le rompía el culo más de una vez, lo mataban, lo hacían empanada en suma, todo eso era menor. Él tuvo a Dios como otros ya no podrían tenerlo, él dejaba a entrar a Dios incluso en el Vicio, que Dios lo viera no era problema, ¿acaso no son los adolescentes obsesionados por esa idea horrorizados porque Dios lo ve coger a ellos? ¿No es acaso este un acto de soberbia que él mismo ha visto hasta el hastío a cientos de miles de almas fornicar en todas las formas posibles?
Pero el gran Vicio, el vicio de Dios, siendo este perfecto, y siendo el Vicio una mera noción humana, el “Monstruo machista” era Dios como toda la libertad del crimen, en este sentido, este cura era sincero, la castidad podría ser uno de los simples eslabones al vicio pero no necesariamente el más importante, ¿por qué los hijos de Dios a veces ganan placer con cosas no correctas? ¿No es acaso porque sus goces ya de por sí castigados ya de por sí vueltos absurdos se han hecho carne antes que nada? Huir de Dios, de un Dios indiferente, de un Dios que está en la desgracia tan presente como en la dicha. Los burgueses son necios, y en este sentido, este hombre hacía su “Filosofía” pero afirmaba que su racionalidad, era de Uso, y no de sentido. Sabía que el utilitarismo era complicado, y entonces decía en qué punto los deseos deben ser refrenados, no hay jóvenes que quieren en el auge de sus hormonas hacer cosas de las cuales la sociedad, los haría sentir mal. ¿No son el contacto de las carnes un misterio oscuro? ¿Qué alguien sea hombre o mujer pueda imaginar sin culpa en formas extrañas ser violado un problema sumamente dificil para los que han perdido todo el orden?
El cura sabía que la gente mentía para que el mundo fuera lo que es, hipócrita y que el poder se mantenga en instituciones que simplemente se habían desarrollado arbitrariamente, cuando le preguntaban por su conducta sexual, él era un angel de Dios, la gente quiere pensar que los curas son eso y a la vez no lo son pero no quieren saber, el decía el cómo sacamos la pija de la sotana como nuestros culos ceden a la tentación de la carne. Como ocurre que en el mismo cuadro donde está el crucificado y la misma virgen se pueden hacer todos los pecados, en ellos, contra ellos, por ellos, para ellos. ¿Por qué estos pierden el sentido? En este sentido, el cura, quiso llamarse ese día: “Oscar”.
De todo lo que sabe no son los literatos simplemente las almas bellas que pueden hacer cositas, se supone que el artista puede ser como Lewis Carroll admirador de nenas, él conocía por ejemplo; hombres que se daban con las menores y muchos de ellos ningún problema tenía ni eran inculpados. De esto pensaba de la “Impunidad” y de las contradicciones, de las justificaciones y del desinterés, hay víctima en cuanto la víctima se sienta tal. Recordaba como en el seminario entre las cosas que usaba para ilustrar había dos personajes muy interesantes, uno un rubiecito que le gustaba ser humillado por todos los hombres que allí estaban desde lo más elemental hasta de las formas sexuales más violentas. Lo inquietante era que a diferencia la de la literatura del Marqués, el que había podrido todo ese convento era el que quería sufrir, el que tuvo que tentar el que tuvo que buscar lo peor de lo peor para ser feliz. Oscar que en este sentido era “Demoníaco” decía: Claro, el quería el protagonismo, y en este sentido su “sentido de la dignidad” no era el nuestro, o mejor dicho el suyo, otros trataron de igualarlo pero él sabía que su goce en ser eso, era su cima y la de nadie más.
Oscar estaba consciente de que era un hombre de bien, porque para él el bien, era algo distinto que el bien para los demás, el bien era la verdad, y la verdad no depende de la gente, frente a la estupidez postmoderna que piensa que el existir es prueba de verdad, yo me identifico creer y ser lo que sea, sin historia, solo existir en un deseo; que si hay diferencias para todo, el cura en todo caso, le costaba pensar diferencias, y veía todo con los ojos del escéptico. La tolerancia burguesa va de la indiferencia al ataque de pánico, y la conciencia muy fuerte de que los placeres, todos ellos tienen fin. Los hombres tienden a obedecer, y si lo educamos desde siempre en el placer por el culo, serían los buenos los que solo por el culo quisieran coger. Peor sería si la gente se la educara que ante todo debería coger en público y no en privado porque el quisiera por lo que fuera imaginar que coger en lo privado fuera mejor, estaría buscando los escondites mejores para cojer, y si bien esto se hace justamente en los lugares que no son ajenos, porque no decir que en estos casos, el acto de lo terrible y de lo simple sería el buscar no ser visto. El no poder ser vistos para al fin sí, libres de toda mirada por ser quienes imaginan ser que no son distintos a lo que ya son.
Mientras hablaba de estas cosas, en los momentos más críticos, se tocaba por arriba de la sotana su propio pene. Siendo igual persona que no tiene problema en pensar y en hablar una vez que sabe que el que lo escucha nada le importa si miente o dice la verdad, prosiguió. Creo fundamentalmente que las ideas del amor y del deseo son iguales a las de un viaje versus un paseo.
Por ejemplo mientras caminamos por esta plaza y contemplamos y nada detenemos podemos sentir la belleza en nosotros no hay instrumento correcto más que ocupar el mínimo espacio posible y moverse dejando al azar, y no midiendo el tiempo o no midiendo por demás el tiempo que las cosas sorprenda, el asombro, a la verdad, a lo que ocurre sin ser buscado es la Eudaimonía, es el amor, la felicidad no de conocer lo correcto sino de contemplar, “el orden” de lo deseable de acuerdo a nostros, como sabe en una plaza, a mi que me gustan las bestias, las mujeres, los hombres, los niños y las niñas tengo todo lo que necesito. Pero por ejemplo hasta ahora nunca me he acabado simplemente con la gente que está al borde de la muerte, no por esto creo que un Bataille no pueda sentir amor por ello.
Este cura sabía que a su pesar, la Necrofilia quedaba en su haber. Sabía que los necrófilos tenían algo con el irrespeto a la muerte. Conocía como otros tantos conocen pasajes que hacen al asco de la sociedad pero que ponen a hombre y tal vez mujeres de moral media en situaciones difíciles. Este cura en este sentido, todo dos referencias fundamentales la primera es la falta de fe en la resurrección de la carne, fornicar impunemente con un muerto incapaz de acusar, y con la complicidad muchas veces de los médicos que en autopsias saben que se ha hecho mal con los cadáveres. Todo ello muestra sumo respeto por las creaturas de dios. Que algunos se mueran del espanto cuando toman conciencia del muerto o del espasmo del muerto, y que otros se abusen de personas que han pedido la conciencia con impunidad no los hace mejores, ¿Acaso no era este argumento de “Hable con ella” de Almodóvar? En este sentido, lo erótico, el amor del deseo, la forma antigua del deseo por la conciencia, la mirada del otro.
No obstante, el mundo moderno, la pornografía, el consumo la necesidad de mercancías había hecho mucho por matar las relaciones necesarias de deseo. De deseo por seres humanos en cuanto seres humanos por sus biografías, por las locuras que hace la serotonina por el caos. Otra vez aparecía el pelado Foucault, las normas para coger, amar, existir, sentirse culpable, gozar e incluso matar, todo dependía del humor social en parte porque la muerte del autoritarismo de un uno. Dios el tirano, debía ser indiferente y perseguir sus fines burguesamente, en medio del sigilo y la mentira. ¿Dios ve fracasar su creación por querer controlarlo todo? ¿Acaso esta no es la idea en que el brugués posmoderno no se ríe del ser que ha creado para vanagloriarse de su impotencia?
Oscar vuelve en sí: “Puede que en esta plaza alguna mujer, hombre o niño, dudo de los perros pero tengo esperanzas, se excite por la idea de que detrás de esta sotana hay un simple monstruo que de acuerdo con la suerte hará lo que quiera o se dejará hacer lo que quiera sin miedo alguno.” Incluso cuando este cura, se ahorcaba pajeandose, usaba un silicio y se dañaba ante nadie, seguía explotando su cuerpo ante lo desconocido, solo para hacer más perfiles de su conciencia y en este sentido, veía al tatuaje como la forma más tímida y ahora más de moda de esta tarea.
Oscar decía: “En este sentido, siendo yo cura, siendo ministro de Dios por medio de fórmulas simples, sé que el sexo como la oración nada tienen que ver con el matrimonio, el bautismo, la extremaunción y sólo la confesión por parte del que se confiesa comparte algo con el sexo. En este sentido, como cura que soy, lamento que los fascistas de Cabildo hayan usurpado el poder de Dios, hayan usurpado a la santa Iglesia del renacimiento que con Lutero sólo ganó en hipocresía y desde entonces, es la cuna de la moda hipócrita desde siempre. En este sentido representar los sacramentos es una cosa seria es un servicio y en parte sólo ordena la relación del creyente con la divinidad.” No dejan que Dios sea en los hombre en la forma que este quiera, porque Dios al inspirar, al libidinizar todo, hace que los hombres vayan de unos a otros, como los separa de maneras misteriosas e incluso cuando la pasión parece ser muerta, cuando dos carnes aún se soportan parece ser Dios el que ríe desde lo alto.
Recuperó Oscar el aliento mientras se corría la baba de la boca, miró a lo alto, al cielo, sin pena alguna. Volvió entonces a decir que el amor, es pasivo, o mejor dicho contemplativo, e imputo que la acción hacia afuera necesita de la acción hacia adentro. No tenía otra respuesta, el amor, en muchos sentidos, en su sentido completamente solipsista era eso, una forma muy concreta y elevada de masturbación de sentirse bien de sí sin asco. Es decir que el asco de sí, es el poder del otro, de un orden, de una jerarquía y en este sentido vemos que la “masturbación” en sentido estricto humano, limitado está esencialmente mutilada. Siendo que esta idea lo que hacía era perder la relación con todos los demás eran socializados a la fuerza.
La oración, la autotortura, la oración al poner el cuerpo y Dios el que cual no se va del mundo sino que está en el mundo eran formas de conexión. En este sentido el amor a sí mismo que parece que va en contra de la insana miseria, el saber que él No, es No, y que él Sí por encima de todo siempre es violento y que si no queda la impotencia. Las mastrubación como termita que va por todo, la que está presente en todos, y lo sabía él de ver muchas veces mientras se masturbaba a monaguillos y otros chicos masturbarse, era parte de la apropiación incompleta, pero siempre que se le pusiera un cuerpo ajeno como meta. La idea de un otro, primero es con Dios según Oscar y luego con los demás. Por eso cuando se idealiza a las parejas, se hace en parte una forma torpe del uso de la imaginación se debe tener fe en el concepto de Dios, fe en el concepto del otro y desearle el bien, pero las potencias del bien ante la libertad, que es necesidad en el otro y en uno, desconocimiento, “plenitud” a veces, y ante todo cuando niegan estas cosas y la ponen subjetivas, multiplicidad, el sujeto que no sabe que ha hecho y por qué lo hecho, aunque eso llene de pánico es Libre también.
Claro que estas ideas espantan, el que ama no quiere ser presa de la desgracia, pero el que ama a Dios, le teme y se confía a él, el amor que se degrada es el que no es púdico y que llora, teme y patalea, el que hace que otros hipócritas se suban a una silla y en sus miserias, gocen del lloroso. El goce del dolor, el deseo del dolor y el amor por el dolor, son parte de la forma en que la limitada naturaleza humana según Oscar hace que la indiferencia ante el mundo no se suprima. Los hombres que en sí ahora pueden responderse en aburridas consultas con el psicólogo, estupideces, todo esto es según Oscar un giro enorme, en querer tener biografías enterar en no creer en lo irracional, el furor y en el milagro.
Claramente que esto hace demasiado largo al texto. Pero es cierto que Oscar, esta vez no iba a contar que había hecho. Sino que en vez de ver circunstancias, él vería voluntades, percepciones, voluntades. Si en el fondo Tailandia, y ciertos boliches, ciertos clubes, ciertas cosas que tienen que ser mantenidas en secreto son el lugar dónde la comedia pasa, ¿por qué no decir que la libertad de las decisiones meditadas a veces peca de absurda? Dirían que es el medio de la Mala Fe, y lo es, elegir con poca memoria, con miseria, con ganas de no poder tener cosas correctas y con saber que vivir es tener cada vez menos. Dios en su muerte de hecho “heroica” no mostró cómo la piedad del amor de Dios podría llegar decentemente a la vejez. La medicina y otras ciencias humanas han hecho del hombre, uno más, y han hecho de cada uno una excusa estadística de los demás cuerpos finitos de una sustancia, infinita, eterna y agente de todas las cosas, no siendo individuos, o simplemente ser varianzas de crianzas, simples cuestiones de Agronomía y de Cultura no es un tema menor.
Ni el viaje, ni el paseo son actos tan libres como se piensa si uno quiere estar en la experiencia de viajar. Siempre se puede dejar de viajar o dejar de pasear pero al hacer eso, el trance se desaparece.
En este sentido Oscar, sabía que el corrompía la juventud, y de todas las formas posibles, no sólo ayudaba a quienes querían masturbarse mejor, sino que les hacían sentir mejor ante el hecho de hacerlo. Por eso, cuando pensaba en los viajes, decía, el viaje cuando la meta, es el todo, y el medio es nada, es como la auténtica política quiere su muerte quiere su ocaso, es el ir a la muerte cantando, es ser la felicidad de saber que nada puede ya hundir. No llegar no ver la Tierra Santa nada terrible es, si todos los músculos y huesos se rompen en esta tarea. El que sueña con viajar, hace una forma de gran sacrificio, el viaje que no se emprende en este sentido queda en la memoria presionando, mostrando una voluntad infinita y una potencia infinita, y cuando la potencia es grande, y todos hincan sus rodillas y ponen todas las lenguas al servicio, incluso así, la voluntad hará de la imaginación una fuerza esclava y no pensará ya cuerpos, ni actitudes, querrá milagros y sufrirá.
Oscar sabía hablar en formas de parábolas: El viaje quiere destruir distancias, puede poner a la velocidad a su servicio, y pone todo en la una meta que estalla para una meta que no esta preparado. Huir de la muerte o viajar hacia ella, es parte de una misma cara y moneda. Poner todo el cuerpo al servicio de un placer como meta, de una sensación que inmediatamente debe ir al recuerdo a la memoria es un acto de fuerza, y un acto que a la vez desgarra, está bien que al deseo cumplido, al viaje realizado venga el vacío. ¿Acaso si cada nuevo viaje fuera más simple que el anterior y con menos sentido no sería esto una forma de hastío? ¿No sería hastío si las fuerzas ya no son las de antes? ¿Dónde está el placer de viajar a lo inmediato? En las drogas sucede lo mismo, el que desea irse cada vez más lejos, debe pensar que el cuerpo en su defección puede ayudarlo o abandonarlo, y sabe Dios mismo que el vino que llevó a la cirrosis, el cigarrillo que llevó al enfisema todos ellos son viajes que fracasan. Todo lo que pasa en la extensión y el movimiento, y el pensamiento la idea, lo que se siente y se piensa mal, la voluntad, haciendo que el misterio y el furor de la pasión hagan que todo esto sea una picadora de carne. Pero el deseo es complejo, y desacomplejarse es poner medios a un fin, pero el fin acompleja, el que gozó aprende a acomplejarse de otra manera, sabe que desnudarse en su forma expectante lo hace pasivo. ¿Será la meta siempre igual? ¿El que reza ante la dificultad pero sabe que Dios le ha hecho que sea humilde y que tenga fe no hace lo mismo? ¿No sufre lo mismo?
Oscar en este sentido, dice que el amor, como pasivo puede ser la base de una forma de compensar, el deseo, el pasear, mientras se viaja, el pasear cuando se sabe que no se puede huir de esta tierra, el pasear cuando se sabe que sólo se puede correr hasta una velocidad dice y es una muestra de humildad que nada tiene que ver con la monogamia y el fin de las parafilias, no es la moderación de Aristóteles. No se pide virtud, la virtud no tiene que ver con la perfección de Dios sino de los hombres, y cuando se fracasa de manera sana se acepta que en el fondo, el límite no es límite por Bien sino error, el hombre peca, se equivoca no es lo que puede, lo que debe ni lo que quiere.
El pasear, como el ver pornografía de forma tranquila, el saberse cornudo de forma impasible, el saber que no es el más digno, saber que los otros son miserables en igual parte pero no juzgarlos, todo aquello forma parte del paseo, y si dicen que el paseo es peor que el deseo, el paseo, el amor, tiene que ir apilando las contingencias, hacer durar y gustar de sacar el máximo de la experiencia. En este sentido, el amor, no es una forma correcta en una institución fija, el que es monógamo, debe sacar partido de hasta la pulpa de esa otra persona hasta el grado que el polígamo no podría jamás, el polígamo al no poder estar en todas partes aunque lo quiera, debe sacar partido de las ocasiones que cree que coordina pero pierde otra. Pero el amante y el paseante deben ser dedicados, y serán patéticos.
Dios en este sentido, puede sacarle el jugo a todas su criaturas, y en él siempre es entretenido. Hará tantos humanos como en la forma en que lo abstracto y lo vulgar del hombre jamás podría hacer, hace realitys y no bibliotecas, Dios ha dejado todo el saber como parte de su juventud ahora es un pornografo, es un ente que está mediando todas las redes sociales, le ha regalado a los Postmodernos el arte de ya no conocer, pueden decir y vivir cualquier miseria pensando que hacen algo diferente con eso pensarse iniciadores de todas las cosas, por simple acumulación son amantes en el fondo pero su amor, ¿quién podría vivirlo?, y mediante la informática, les ha liberado de la necesidad de memorizar y eventualmente, todas las parafilias mediante la realidad virtual hará que todos puedan vivir- sus pecados, sus maldades como perfectos burgueses, sólo habrá que darles miedos, a lo que jamás deben hacer sin la tecnología por su seguridad.
Devoto estaba de noche, y las piezas del goce de Oscar se habían ido. Oscar dijo que en el fondo los ancianos más ancianos tampoco eran de su predilección y dijo que este era su límite pero Alvaro los prefería para tener un mercado que nadie más quería. Era su pequeño Edén. Siempre cuando se estrecha la mano de Oscar está sudada es como si su goce fuera eternamente algo ajeno a un estigma pero similar, el olor a humano sudado luego del coito en la palma de sus manos no lo abandona. Por eso, Oscar nunca da la mano a menos a los confidentes que les explica quién es Dios, quién es el hombre, y cómo Dios está haciendo de la tecnología la forma del no pecado, en parte para salvar a la humanidad de algo peor que del demonio, la incansable burguesía.

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