De cuando uno tiene la suerte de pegar laburo, no se pregunta demasiado quién o qué es el jefe, cuando se labura para el Vaticano, Dios, es el Jefe, el Papa es una suerte de vice Ceo. Los demás son ovejas.
El trabajo era sencillo, las herejes y los herejes que aún vivían del Estado Argentino pero que no estaban condenados al Borda o al Moyano, eran aquellos que nosotros, los que “de las ciencias sociales” como parte de los “Estudios de la Religión” íbamos a visitar. Con franqueza se ha de decir, una vez que se entra en esta burocracia hay que tener amor de novicio para con Obispo, un amor, contradictorio, pero por el púrpura en sí y no por los hombres, como los hombres y mujeres que fantasean con milicos, policìas y bomberos. En este caso con justicia, ir por los herejes es ser un divertido frente a tanta “Teología Política” y otras estupideces, seculares, “iluministas” e ignorantes como gran parte de los que pasan por la picadora de la Universidad de Buenos Aires y se pavonean de la nada misma, estábamos nosotros prestos a hacer entrevistas en “profundidad” con esta hereje.
Dicen que Lutero se asqueo del Papa, y entonces se mandó a escribir la reforma pero que terminó tan jugado que no se pudo echar atrás, algo así como lo que dijo Aníbal Fernández sobre Bossio en Animales Sueltos. Por eso nosotros como Fantino, le íbamos a decir: “Pará, pará, pará- ¿Vos me estás diciendo que la historia de la salvación?” Era casi como ser parte de unos boludones condescendientes, parte de ser el establishment. A diferencia de los fans del Papa Francisco que no agarran una Biblia aunque los maten, esta herética, estaba cruzada por dos hechos concretos, su amor por la hermana Paola, y otros cuantos amores tórridos, incluido un dueño de una fiambrería. Todo eso, no formaba parte ya de una lucha contra la carne. Dios mismo, había puesto en evidencia que a la carne se la deja ser, y que incluso cuando el condenado es condenado, no tiene por qué haber una buena razón, después de todo el Salvador del Mundo, no fue un desaparecido por la policía lo cual era un lujo.
Cuando llegamos, tuvimos un buen presagio, Paola con la Cruz en el pecho pero con poca ropa, nos abre, vemos birras “Quilmes” en todas partes, es decir, estábamos en la “Religión del Ritmo y la Sustancia” sin saberlo. Ah, me olvidaba, la Herética- la más importante era la hermana Silvana. Ella había roto con el papado de Ratzinger y no la veía mejor con el Papa Francisco. Entre otras cosas de las que contaba y que nos dijo apenas llegamos fue que; las verdaderas místicas no pudieron ser tan buenas porque claramente no tenían conciencia de la masturbación y del clítoris en justa medida, y que incluso culpables de locas y de histéricas era una calumnia, Dios existe, pero llega a cada una, y a cada uno como puede. El delirio está en pensar que por nos ama exclusivamente, él al menos en la vida en la tierra es la panacea de todas las existencias mortales. Tomamos notas con nuestras Bics. Unas mojigatas, estaban a las risas, porque claro ellas habían gozado con “hombres” pero no con el “Hombre”. La hermana Silvana prosiguió y todos esos ávidos de agradar a la Curia y al CONICET, otra forma de curia, se podrían haber tocado los genitales en pleno éxtasis que nada se perdía. La mujer proseguía.
La hermana Silvana, sabía que el feminismo estaba errado no por sus postulados que eran ciertos, Dios era “hombre” simplemente porque era incapaz de hacerse hermafrodita o algo por el estilo pero en su vida real, fue impotente, y su goce, la propia presencia de su naturaleza sin acceso carnal puede hacer gozar a todos. Fueron los Padres de la Iglesia, Moisés, y otros, como Isaías, Daniel, los que por machistas, vieron a Dios, divina presencia, ser “Hombre”. A esta tara, la hermana Silvana compasión alguna no tenía. La virgen misma, como otra asexuada, que sólo espero, amó, y se la bancó era parte de la forma en que Dios, y los hombres salvaban el problema.
Silvana sin embargo, puso de manifiesto duras consideraciones sobre la historia de la Salvación. Ni Isabel ni María estaban felices por sus hijos, ni cuando los tuvieron, ni cuando crecieron ni cuando murieron como convictos, estas eran cuando fueron madres, y mujeres muy reales. Como Juan el Bautista y Jesús lo fueron en su misma manera. Silvana tiraba tesis osadas, incredulas, de hereje, ¿Creen que Jesús no se masturbaba en la adolescencia? A todo esto, marcó, sabiendo cómo venía la mano, Dios elige bien sus planes, y no escondió la realidad de la vida de las mujeres, la crudeza de su existencia, por eso, María fue Virgen, porque era “Madre Soltera” y Dios nada le importa por ser todo poderoso, del nacer de madre soltera y si esta hubiese abortado, en su libertad, porque eso es la historia de la Salvación, simplemente hubiese ido por una de las tantas mujeres que quedaban en cinta en la época, lo importante es que Jesús para ser hombre real, venía de una mujer real.
En todo esto, ¿Qué carajo tiene que ver José? ¿José era una pelotudo? ¿José era un tipo que le ponían los cuernos? Cuando Silvana explicaba la verdad, pocas cosas quedaban sueltas, José era un laburante, pero no no tenía Patrón, heredó un taller de su padre, se estaba poniendo viejo, y la diferencia de edad, hizo que se efectivamente se calentará por María, y que en el fondo, viendo que podría tener otros hijos, y que ella estaba “desvalida” como un poco buitreando, pero a la vez “conmovido” prestó su hogar, puteó un poco, pero sabiendo que Dios no te hace llegar a fin de mes, simplemente se la fumó.
Ellos tuvieron según esta monja, vidas comunes, se peleaban, José se ponía en pedo, José cada tanto no le bastaba la madre de Dios, y a María, tampoco basta con que amaba su hijo cómo podía ser la única conexión con José. Cuando se acuerdan de lo crudo, del pesebre, del invierno, de las imbecilidades de Herodes, Dios demostraba que el gobierno del mundo estaba en manos de ruines, hijos de puta, que sólo querían el poder. No otra cosa, nada de esto era necesario para que Dios salvará a todos. Simplemente como se ve, pasaron cosas, como las que el Faraón había hecho en Egipto abusar del poder y tener impunidad.
Recuerden que Dios estuvo en Egipto, y que una parte de su vida, fue como la de tantos otros de inmigrante, y nada era tan bello. Jesus no tuvo infancia, como muchos pibes humildes hoy no tienen infancia. La hermana Silvana criticaba a la “Teología de la Liberación” por ingenua y por marxista. Dios era pobre, dios estaba vivo pero la pasó mal. Dios en suma, Jesús, era como un más por eso, por ser de la mayoría era pobre, querer decir otra cosa, era imbecilidad teológica.
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