Este no es relato original porque este es el verdadero. Justamente por eso no ocurre en Praga ni en Budapest, sino que ocurrió en Almagro, un barrio de la ilustre Buenos Aires, el culo del mundo, donde el cristianismo llegó de la mano de hombres solos que buscaban mujeres, y de la muerte misma. Asunción fue el primer punto santo de esta búsqueda y Buenos Aires siempre fue un puerto criminal como todo puerto, moderno y capitalista sin pudor.
Sentada estaba sobre una mesa de cemento en la plaza almagro tatuada con su mano, bien inscripta una estrella de David. Nunca parecía tener más de cuarenta años. Perpetua, pero siempre en movimiento. Sin la velocidad de quien hace ejercicio para sentirse bien, cuidar sus muslos o jovatear. Cuando se la veía tenía un pequeño abanico. Miraba a todas partes, y solía tener con ella, púberes de todas clases sociales, fumaba porro y miraba con desdén a la gente. Todo le era repetido, la naturaleza humana cansadora sin embargo, la eternidad da como al coleccionista una visión de la totalidad que la gente común no tiene ni tendrá
Porque los hombres por brutalidad y misoginia cuando no tienen, a Júpiter Tronante de su lado, escudriñan todo a su paso. No hay dudas que encontrarla era fácil. Su falsa modestia era proverbial, sus ironías en suma ejemplifican todo lo corto que eran hombres y mujeres. Era la mujer experimentada, el hombre experimentado, el que esperaba al Mesías en vida. Era en parte la figuración de la patria ajena, y llegada en los 90´ quiso errar por Almagro sin otro fin claro está que esperar. Vio todo lo que pudo ver desde las Asambleas Barriales hasta la bella restauración que hace poco viró hacia el amarillo chillón.
Tratar con ella, era ver dientes perfectos pero amarillos, ámbar, lo mismo con los ojos, duros pero bellos, aliento fresco, voz ronca, trunca. Un dedo especialmente calloso, el índice de la derecha. Era una figura inquietante. Metía manos incluso hasta jubilados a uno le hizo la paja en plena plaza un día de verano. Pero cuando quería ser cortante nada la detenía, el jubilado no quiso estar luego en esa plaza. El jubilado perdió el rumbo como una gaviota, supongo que la vida puede ser paradójica y no todos los encuentros llevan a un mejor lugar.
Estas historias tienen que ver con la proximidad de las Pascuas, la que le dió la alegría al Salvador antes de jugarla en primera división, era ella. Entre tantas otras labores, le enseño al hizo de una Virgen a no ser un pelotudo, un mojigato, un frustrado en suma, fue también la primera vez que el Salvador vió que no era tan importante, cuando ella estuvo con alguno que otro más. Dios, en su ira, hizo lo peor, le dió miles de años de vida hasta su regreso, y le condenó a ver si podría sentir nostalgia por él. Cosa que en el fondo no ocurría es el orgullo de Dios herido lo que la tiene errando y el orgullo de ella la que no la deja morir.
Viviendo siempre en movimiento estaba de casa en casa, nunca durmiendo, tragando alcohol fino, siendo libre, curando melancólicos, soportando suicidas, ayudando a mujercitas basureadas por imbéciles. Ayudando a que todos tuvieran sus agujero del culo más dóciles.
Ella sin embargo hablaba de Dios, una especie de marido eterno, del cual ya nada le importaba pero que todos le preguntaban ante saber la verdad. Ella a diferencia de la mentira, del “Judío Errante” si tenía Patria, lo que se llama hoy “Palestina”, que no era otra cosa que Judea, y todo lo que hay por ahí.
Ella nunca fue sionista, nunca necesito serlo, inmortal y prometida por dios ser eterna estaba ya del lado de los justos. Ella estuvo antes que María Magdalena y vive aún y no es Santa porque nunca le pidió perdón al Salvador
Nadie se pudo resistir efectivamente a ella yo tampoco en efecto y todos somos deudos nostálgicos de ella. Plena de confianza te seducirá cuando dudes de su mito seas hombre o mujer. En este sentido, enseña que el deseo, ser deseado muchas veces es lo más importante, todos los que caen, no caen por una magia de su influjo sino por su férrea, honesta, brutal e impacible voluntad.
Dicho en otras palabras, todo lo que hizo fue darnos un poco de perdón. En un país tan católico como hipócrita su visita no podría ser tolerada más que como mito. No tendría tampoco sentido una noticia amarillista a menos que hubiese ido a Crónica para contar sus rarezas. Con todo podemos decir, que contó de todas las persecuciones del viejo continente. Nada tiene esta mujer de tratar de encontrar el amor verdadero, como hemos dicho, ella ha estado con el Salvador. En suma, porque los que escribían mejor, no quisieron ser tomados por idiotas no quedó más que mal contar lo que había pasado.
Es parte de la vida en la Tierra, la libertad ajena, los secretos y los misterios. Injustamente en el lugar de la carne sólo pasiva, uno de los mitos, vivientes, una de las mujeres realmente inmortales por el mismo Dios, que quiso confinar en el padecimiento aún camina entre mortales. Esta es la gran diferencia con la invención de la Virgen que en suma fue una mujer sumamente culpada de cosas que no eran esenciales a su historia, como el asunto de la virginidad, cuestiones que la teología más moderna tuvo que hacer para ser más reaccionaria.
De hecho esta era la forma de pensar de los herejes. Pero como hay lacanianos de izquierda, hay “sedevacantistas” de izquierda, con Lilith, la Judía Errante va como la mujer real que no es de Dove, sin ser heroína de nadie. Sin ser la última consolación de una paja de un Bukowski. Simplemente por allí, sin psicólogo y sin nadie.
En la vida de un pobre mortal, seguramente otros más deshonestos la usarán como arpía en sus historias, como la mujer mayor en otros, como el amor irredento en terceros. No se le puede tomar fotos, claro está parece que todos los que hablan de ella son parecidos a los de la Conspiración Zombie. No obstante en su regio poder impide la erotomanía, demasiado carnal para ser humana, demasiado eterna para ser Dios. Charlas con seres milenarios sin alas, sin aspiraciones, sin preocupaciones pero conocedores de muchas cosas es una suerte.
Nada ella vio de guerras de ángeles y demonios. Sólo vió las fuerzas dominantes, el afán de lucro, la lujuria, la cobardía, la traición formar parte de la comedia humana. Acepto que los seres inmortales nada esperan ya de amar seres perfectos, y sólo sigue a sus tripas.
Un día, en una noche buena, sabiendo que Dios mismo aún la recela, le fue a besar los pies en el Altar de María Auxiliadora. Cuando el mismo Dios, desde la imagen hablo, simplemente ella supo que no debería decir más nada, tuvo compasión de la comedia del Dios que se salva a sí mismo y que debe dejar hacer el mal por medio de la libertad. Con toda la soberbia de una mujer libre, no le respondió nada, y cuando Dios le pidió otra oportunidad, le dijo que la piedad no era amor, que mirase lo que él había hecho por piedad y no por amor. Por amor, habría hecho arder este maravilloso mundo ya.
Él, Dios, se reclamó como el amante no celoso, ella le recordó que como cuando era un judío, mesías, piojoso, porque nadie termina de ser suficiente para nadie, porque todo se disuelve y porque la ansiedad es más auténtica que el resto de las artes. Dios capitulo otra vez, pero sigue acosando, y la deja vivir para que el hastío del mundo la haga volver.
Ya lleva más de un milenio perdiendo una guerra contra una de sus criaturas, lo que Lucifer no pudo ella, sí, le pateó las pelotas, le jodió el ego pero nunca le pidió nada. Ni el infierno basta cuando se hace eso a un Dios. Después de todo no había procedido mal.
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