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Estrategias Políticas en Argentina- "Poder ser presidente"

La carrera presidencial y el “saber empirista de la Estrategia política”:

La pregunta fundemental para poder pensar estrategias políticas es pensar dentro de qué marco, podemos pensar quién, qué y cómo hará su estrategia. A lo largo de la historia, la Ciencia Política Norteamérica clásica, se baso en dos patas muy fuertes, las instituciones, y los partidos, y cuando estos aparecen es porque la intervención viene del otro lado del Atlántico donde allí pesaron y pretenden en parte hoy ser la herencia de eso que fueron.

América Latina tiene sobre esta base ya puntos de partida clásicos, al ser la Ciencia Política, un saber que no proviene de aquí está marcado por esas influencias. Primero entonces partir de estos supuestos bien magros para hacer análisis políticos. Podemos decir que el periodismo “político” en general, leáse Leuco, Fonteveccia, Pagni, y muchos otros, “los gestores” de la opinión pública, que no son ni exclusivos ni excluyentes van de la mano de figuras como Marcelo Tinelli, es obvio que en este punto de partida no hay base para dar “respectabilidad” a la prensa escrita como observadora fiel de la estrategia política.

Los consultores políticos, los gurus en general tienen la tarea de hacer un saber principalmente intuitivo que pretenden que sea la base de la victoria de las campañas, como en tantos otros casos, al unidad de análisis principal, es la Campaña Política, y esta tiene determinaciones claras, fechas, momentos, y hasta determinaciones legales del sistema electoral.

Se trata entonces de procesos de ingenieria electoral, y gran parte del análisis de la estrategia política parece partir de dos fuentes, la primera el análisis de la Opinión Pública, y la búsqueda de acuerdos, pactos, y formas de hacerse con el poder. En este sentido, cada político que va por un cargo tiene su estrategia política particular. Este suele ser el punto de referencia de los políticos, y de sus consultores, cuál es el objetivo a largo plazo, pero como se entiende es un objetivo en condicional.

No existen formas concluyentes de entender la evolución de los sistemas electorales, primero porque la estrategia- puede ser vista como lo que es principalmente la idea de una suerte de marco militar, donde el enemigo a vencer, puede tener uno principal, y otros, secundarios, y porque además, la política misma, queda atada a esta realidad, la estrategia electoral, puede ser reducida a esto, y la estrategia política, tiene que ver con grupos concretos de la sociedad. En este sentido, la democracia y en especial Argentina ha demostrado que ir por el poder “absoluto”, es decir por el máximo es un imperativo para que ciertos sectores sociales hegemonicen.

Todo esto encuentra a estos estudios que no pueden hacer como se hacía en los casos de las grandes campañas militares, el politologo, no puede ir con el consultor y el político mismo haciendo una rigurosa etnografía. Casi como una suerte de “Guerras Galas” de Julio César, al no escribir los políticos, sus impresiones de las campañas, al no tener los partidos textos, y registros, lo qué se se puede ver es una segunda o tercera dimensión mucho más alejada. Vemos entonces que se trata de una hidra. Vemos profesionales que se capacitan para tareas concretas, y en este sentido la comunicación política, la comunicación por la comunciación misma, no tiene la idea misma de un enemigo claro. El enemigo, está dado en segunda instancia, cada comunicador trata simplemente de maximizar sus votantes en el paradigma neoliberal, donde en todas sus formas, el votante es cliente y el político empresario. Políticas por votos, es un mecanismo simple.

1.1- Políticas por votos, ¿simples medidas o sofisticación de la Opinión Pública?

Durán Barba entre otros peca de hacer natural ciertas formas de hacer política recientes, que no tienen  un origen claro y que no tienen un futuro cierto. En este sentido los consultores políticos están en su edad de oro. Las críticas a la retórica, a la complejidad del discurso, a la idea misma de la “plasticidad de la ideología” es muy importante.

En este sentido, podemos ver como una hay una serie de realidades que no se consideran, y estas pesan mucho, la primera es un clásico de la CP; ¿cómo es que la gente se convence de votar? En este sentido, podemos pensar que se trata de algo que excede a los candidatos, es un objetivo del Estado y de la Sociedad Civil, forma parte de la dominación. La crisis de la representación puede convivir con las participaciones clásicas. Este obstáculo insalvable de la calidad de la democracia, no es un obstáculo para la Estrategia Política.

En este sentido, los candidatos a la presidencia en Argentina tienen objetivos distintos y estratregias distintas, no pueden ser presidentes de cualquier manera, porque son también juzgados por elementos que no se dan en las urnas: empresarios, sindicatos, universidades, medios de comunicación.

Un observador fino de esta suerte de anti-política, y post-política se va a dar cuenta que los candidatos son presos de cuestiones que les son ajenas, y esto los hace presa de las mismas campañas que pueden “gobernarlos”, en este sentido no sólo el político no está vacío de competidores sino que tiene que preveer eventualidad catastrofes de cualquier tipo que vienen del exterior de la agenda para las que eminentemente no están preparados.

Por esto preveer las decisiones desde el exterior de la estrategia de cada partido es como pretender comprender los datos de las grandes empresas, en general estos son secretos. Pero por extrañas razones de naturalización, las fuentes son diversas, y podemos partir de las ideas originales de los sujetos de a pie, los politologos, los periodistas, y toda la gama de funcionarios de gobierno.

Algunas reyes de hierro o vacas sagradas de la “Estrategia Política” y de la “Comunicación Política” son los problemas políticos más importantes y capitales, las Crisis Económica, la debilidad de los aparatos, medios de comunicación concentrados y manipuladores. Por ejemplo de la política personalizada, y de su abuso se puede creer que Macri, Scioli, y Massa sean resultado de sus habilidades personales, y no de la suerte, o del fracaso de muchas otras formas de hacer política.

Nuevamente, cuando se quiere conocer y poder determinar las estrategias de los candidatos, debemos dejar de lado, una serie de pautas, la primera es que la sociedad es la que condiciona la estrategia, la sociedad si hay algo que le cuesta conocer es la estrategia de fondo de los políticos profesionales, y esto es virtud del sistema político y no defecto. En este sentido, cuando se piensa en los candidatos, se deduce que se trata de construcciones de los recursos que tienen ellos mismos, y sus alianzas, se basan en intuición. Por eso poco sentido tiene hacer juicios a priori, mientras que el consultor, pelea antes que nada por gobernar su propio “ejército” y por conocer al del enemigo, el sistema político, y los medios de comunicación, esencialmente la Opinión Pública, le importa muy poco.

Para peor, la fuerza de las armas, la capacidad de daño se hace por medio de inferencias electorales, y por eso, por ejemplo se llega a la idea de que ciertas formas de hacer política son obsoletas y no por el supuesto más estrategico, que el esquema actual ha dado forma de poder a ciertos políticos, ciertas técticas y transformado el sistema pero que este puede ser desafiado. ¿Sino qué fue el populismo en terminos de estrategia política? ¿Por qué se intenta movilizar a la población aunque mucho más débilmente que antes?

Por ejemplo si consideramos esto, podemos ver que la estrategia política del radicalismo ha sido en parte de esta última década una suerte de estrategia defensiva. No obstante la crisis es importante, el partido nacional, ha muerto, y podríamos pensar en que terminos nacionales, duros, el radicalismo ya no tiene líderes nacionales que puedan siquiera soñar con una estrategia política. A diferencia del peronismo, el cual ha crecido más que nunca, sobre la base de la extinción de las alternativas. El menemismo, al tomar el lado más liberal del peronismo termino de cooptar el último coto de caza, que no habría formado de una etapa peroista, hay peronismos entonces de, izquierda, derecha, nacionalistas y liberales. El antiperonismo, no es una estrategia política como en el pasado como Perón en el exilio, el PRO no puede hacer nada base de un antiperonismo, ni siquiera de un antikirchnerismo.

En este sentido, conceptualizar la propia trayectoria del candidato en largo plazo parece ser la vía clara para entender, desde dónde y hacia dónde, en este sentido, no define a la sociedad, los partidos y candidatos funcionan como cajas negras, con inputs y outputs, y nos hacen recordar a las visiones de la CP en los 60´y 70´ en términos de respuestas a demandas especificas. Tratar de aislar estos estimulos y respuestas es capital en la estrategia política, este desplazamiento es importante, porque cada vez se ganan y se pierden más rápido los votantes, al no tener identidad y programa, son las propias burocracias de los partidos, sus tecnocratas y sus profesionales, los que tienen que elegir cotos de caza, donde anclarse, como usar la propaganda para expandirse y una vez, obtenido esto, tratar de hacer un discurso hegemónico que convenza por el humor social.

Pasar revista a los candidatos:
Elegir los candidatos, es elegir la estrategia, tener un enemigo principal, puede ser virtud, si es elegido por el que quiere obtener el poder, o defecto, si sólo puede defenderse de quién tiene la iniciativa. En este sentido aún hoy, Cristina Fernandez de Kirchner, puede atacar a todos los candidatos, y lo hace, por esto, la actividad legislativa constante por más que sea vista como una “escribanía del ejecutivo” es importante, la iniciativa, ejecutiva, el diktat, de la presidente hace que las reacciones hagan crujir estrategias, posiciones e imagenes positivas y negativas de los candidatos.

En este sentido, vemos, una suerte de tres opciones:

“El sumiso Scioli”: la pregunta por la personalidad de Scioli muestra como los medios de comunicación hacen gala de hacer de la personificación un arte de gobernar, y cómo la gente cree que hay un espiritu, un genio como pensaban los romanos detrás de las instituciones, gobiernos, políticos en especial. En este sentido, es claro que la base el aparato, la herramienta de la Provincia de Buenos Aires es poderosísima desde el punto de vista electoral, la gloria electoral peronismo, casi el Quinto Dominio del PJ, ironía aparte, esta provincia, es donde está la competencia y la potencia del aparato peronista, donde la puja Kirchner y Duhalde, donde la presión de De Narvaez entre otros, fue inflando, distorcionando, y aquejando la paz entre el peronismo.

Scioli, maximizó su tiempo posible en la provincia, ¿fue un error? La falta de recursos exteriores del Estado provincial ¿fue un error? estas preguntas, harían de Scioli un entusiasta y romántico, pero tal vez, la supuesta falta de imaginación de Scioli fue su virtud, mientras que muchos desde el exterior, quisieron tentarlo para que fuera lo que no tenía que ser, un aventurero. Scioli cree en la suerte, pero no cree en la épica. Denostado por el simple hecho de asociar a la administración y a la estrategia política, si la búsqueda es el poder, ¿qué importa el buen gobierno? Se ha tomado que la base de la necesidad sería ajena a la fuerza electoral del candidato. La mala fe de Scioli sobre Cristina Fernandez de Kirchner es impresionante.

La mala fe del pariente que quiere ser heredero sólo por ser pariente. Por eso su no militancia, su no convencimiento, pero su populairdad, digna de los gurús como Durán Barba debe ser “respetada” por los cultores del electoralismo avant la letre, ¿se podría ser gobernador no kirchnerista bajo el kirchnerismo? ¿Acaso cuántos lo son?

Scioli fue la derecha del kirchernismo sin imaginación, y ser la derecha sin imaginación es importante, el coqueteo con el PJ, fue la idea de De la Sota, el principismo conservador y racio de Urtubey, y el resto del PJ, como poder, pero poder casi feudal, exprimieron a sus provincias, y si ahora se van es porque tal vez el propio Estado Argentino, y el mismo PJ no les puede tolerar mucho más.

Scioli forma parte de esta forma de hacer política, y su suerte es estar presente en las listas que ganan en su mayor parte, así fue gobernador, y más “popular” en 2011 que la propia CFK en su mejor elección.
Tan blando fue, y tan respetable fue su pasó por la lección de Nestor Kirchner, que fue sencilla, saber castigar antes que premiar. Los intendentes fueron controlados por la Nación y la acción del ministro Julio De Vido. Scioli jamás tuvo ni tendrá el poder de Duhalde, y esto nos dice mucho, la nación bajo a la provincia. En todo caso, si Massa tiene razón de ser es porque Scioli trato de morder, el aparato provincial, el kirchnerismo ganó en 2011, aprendiendo de 2009, y reactualizando su fuerza, el PJ de hoy, tiene una marca, las cartas de los municipios pueden variar brutalmente, y si Insaurralde puede hoy estar, y está Espinoza, es por esta razón, este “amor presidencial” por la Provincia, dice mucho de la forma de construir poder, siempre en tensión con resto del PJ.

“El sumiso Scioli” creció por medio de las contradicciones, y el kirchnerismo siempre le sirvió de vanguardia. Scioli sólo tiene ir detrás buscando a los heridos, y juntando los que por no poder seguir lo oficial pese a todo, quedan atrás y estos son muchos. Como siempre, el desprecio a los intendentes, forma parte de una forma de hacer política por parte de los medios de comunicación. Todos los experimentos en la provincia de Buenos Aires los tiene de protagonistas, y en todos lados, esta guerra de baja intensidad no se puede medir encuestas. Por eso mismo Scioli, puede morder en cada necesario descanso de Massa en los medios de comunicación, mientras que Masa tiene que territorializarse entre sus aliados. Esto hace de Scioli un enemigo distinto del poder de lo que fueron las legislativas con Insaurralde. Como vemos la factura de las campañas, versus el poder real de la administración municipal y por ende policial, y por consiguiente parte de la “realpolitik” de la estrategia. Esta suerte de status quo es compleja.

El “veloz pero precoz” Massa:

Si se tratase de hacer una suerte de vidas paralelas, Menem y Sergio Massa tienen mucho en común, la gran diferencia es que Massa no tiene el olfato menemista, al no ir por el juego con CFK, y dejar este rol a Macri, al no ser el más débil, al no ser visto como el “outsider” sino como un pariente terrible, al ser vendido por un Nestor Kirchner, “Sarlo dixit”, que si bien no es muy brillante para ser pensado así, si forma parte del cuento que se ha hecho, y que tiene un sentido, Massa tiene la ventaja de traicionar más de una vez, pero Massa, jugó por medio a salirse del redil, ganó, pero tiene poco con qué moverse, tiene pocos soldados, poca plata, pocos sindicatos, porque no se los pudo meter en el bosillo y por sobre todas las cosas, no puede usarlos donde su poder de fuego sería demoledor, la interna del PJ.

Memem sin menemismo, un Carlos Saúl sin patillas, un Massa sin las 62 Organizaciones, sin los Cara Pintada, sin Barrionuevo. CFK no es alfonsín, y Scioli no es Caffiero, tampoco se trata de un momento para una suerte de Alianza, esto es casi imposible, Massa es demasiado “cesarista” para ese gusto, Massa depende de la suerte. La suerte y la velocidad, muchos empresarios k, saben que la velocidad, implica, negocios, y negocios implica la mejores mieles, mieles que ellos fueron grandes “militantes” del kirchnerismo por esto.

El escenario de Massa es el derrumbe, con el cual incluso con un radical como Gerardo Morales se puede ganar Jujuy. En Córdoba es sintomático, Juez con Macri, Aguad con Massa, pero todos pendientes de un tal De la Sota que los bloquea por todos lados. De la Sota fue un Scioli, sin oportunidades, pero sin con peores artes, que siempre puso en su estrategia, nunca perder, y no perder en política, incluso frente al kirchnerismo hace que juegue su provincia en bloque. ¿Queda duda?

Massa necesita desesperar al kirchnerismo, ahogar el macrismo, y sobre todo, agujerear las cadenas de corretaje del sistema sciolista, despreciar al PJ, es un precio alto, el PJ va actuar de forma cerrada, e incluso pueden que las traiciones lleguen el mismo día de la elección, Massa necesita de traidores, pero va a odiar las traiciones, ganar y ganar rápido, crecer, brutalmente a diez punto en cada ronda, ir por más, apostar, y casi ser suicida.

Su ventaja, no tener que deber nada demasiado importante, la búsqueda de un padrino, es parte de su debilidad, ¿qué pesa lo suficiente para poder ayudarlo? La UCR, a menos que vuelque todo su caudal a Massa, no va a poder darle demasiado. Pero Masa, es un efectista, un ataque, en la primera ronda, un duelo a muerte en la segunda, y una suerte de remate en la tercera. Es importante que los medios lo acompañen, y es importante que la CGT, lo acompañe, este menemismo en tres etapas parece un cohete, no se trata de otra cosa, el peso muerto de las primeras etapas, aliados de segunda, debe ser reemplazado por aliados de primera, que abandonando a Scioli y Macri y eso pueden hacer facilmente los sindicatos y los medios, haga de Massa lo que no es, alguien con volumen para poder gobernar. El exiguo 24% no de votos pero si de apoyos, llegar con un tercio al poder, y apostar a ser presidente recién con paz a los dos años en una legislativa ordenada.

Macri y la pesadilla de la profecía autocumplida:

Macri es la nemesis delicada y la respuesta de una clase, algo inédito, y a la vez algo no muy ajeno. Macri es el miedo que se hace realidad, en parte por una suerte de causas concurrentes. La estrategia de Macri, es casi una suerte de no versión del PJ, es una aspiración ancestral del empresariado argentino, y a la vez es su comedia. Macri comienza en la “sociedad civil”, presidente de Boca no es ser intendente de Río Gallegos, Macri con Boca dió las pautas casi de un intendente, saber ganar, dar alegrías efímeras, y torció la mente de los primeros adeptos.

El PRO es el otro hijo pródigo del 2001, nemesis necesaria del kirchnerismo por derecha, o si se quiere, por derecha porque así se quiso presentar. Si bien Massa es como el gran pecado de Macri, eso no debería haber ocurrido, Macri jamás imagino que algo como Massa, pescado a tiempo, le habría salvado la provincia, porque Macri no es un hombre de oportunidades ni de perserverancia. Macri es sin duda, un especulador de reflejos lentos en un lugar como la CABA donde sus reflejos no importan.

Macri no es el opositor k de los medios, Macri es el opositor, divertido, necesario y fácil del kirchnerismo, y eso le ayudó. Un análisis caricaturesco de sus errores de gobierno casi son su alfombra roja al éxito. Cada vez que Nestor Kirchner se equivocó al bueno pasó en la vida de Macri, Narvaez, fue la primera piedra en el pinguino, y porque hubo un Narvaez pudo haber un Jorge Macri, porque existió un Filmus, varias veces perdedor, pero a la vez contenedor del progresismo, Macri pudo ir creando su electorado PRO. ¿Cabe decirlo 2 veces? 60% a favor, en votos válidos, y… una oposición kirchnerista qué más se puede pedir.

El jefe de gobierno es de reflejos tan lentos, que puede dejar que sus socios como Nosiglia, y otros hombres empresarios, amigos, trabajen, Macri se dedicó a trabajar en sí mismo, una suerte de pantomima, pero que sirve, el gran problema de muchos candidatos que son de derecha es que antes que nada suelen ser presas de la misma anti-política, son rechadoss por burdos, por lentos, por insípidos. Macri es de derecha sin saber ser derecha, y eso es una suerte cuando, en la CABA y especialmente en 2011, pudo consolidar lo que por suerte le había tocado el PRO.

El PRO, tiene una ventaja, esta se basa en que puede ir comiendo cosas que otros partidos no harían. Sus fuerzas crecen no por pases grandes, sino por la corriente de desertores que tiene que sobrevivir. Este goteo tiene un resultado claro, con personas como Ritondo, con personas como distintos famosos, y con acuerdos que le resultan irrelevantes a los votantes del PRO, Macri crece haciendo gala del “porotismo” de baja intensidad, sumar, día a día, sumar encuestas pero con el miedo de desengancharse de la ola de antikirchnerismo rabioso, ganar por la positiva, y ser insultado por el otro como el peor de los opositores, el más hipocrita, falso, es lo mejor que le puede pasar, para no ser realmente dañado, la mala fe debe ir de la mano del votante y no de Macri, un votante sin imaginación cansado del kirchnerismo, seducido por una comunicación política, al boleo, accesible, ir ganando cada noticia buena, una excelente aplicación de la onda positiva que nunca pudo pegar en 678, ni en la TV Pública, en vez de combatir, “gestionar el combate” y dar una suerte de relax y confort, en temas como la inseguridad lo vemos, Berni con sus declaraciones xenofobas, altisonantes dignas de la épica ejecutivista, y el cuidado de Macri de ir poniendo metrpolitana, y mostrarla siempre, no como buen policía sino como el policía deseable.

En este sentido vemos un parteaguas, Macri es el nemesis necesario del kirchnerismo, con pacto o sin pacto sonado, Macri tiene una suerte, ser como Menem, pero sin sus habilidades, demasiado lento para ser peronista, demasiado fáctico para ser radical, depende de que el propio kirchnerismo se descomponga, en este caso, su poder será, simplemente correr el límite de lo posible en Argentina, para esto apuesta en elecciones vacías, famosos, buenas mediciones, y no hacerse cargo de la interna peronista pero no necesitar. Macri va a poder regalar cargo, les van a sobrar, y esto es una suerte, más si su sumamos que parece tener un haz bajo la manga, una postura clerical reaccionaria, y el pacto más sórdido con la burocracia sindical como parte sí de la gran burguesía nacional, transnacionalizada y sin depender del sentido peronista, puede hacer sindicatos amarrillo pro, pro patronales, en un marco de violencia institucional creciente para dar, si un apoyo claro a un lugar de derecha.
Para Macri y Massa toda su sorpresa depende de poderes fácticos. Por paradoja, el que representa la acción más concreta de una burguesía o de una gran burguesía no puede o no quiere, si no lo hace quizás sea su mayor “inteligencia” como su lentitud en 2011, y con el empuje de la bolsa de comercio, y las transnacionales, puede ser el Aecio Neves que no pudo ser en Brasil. ¿Tantos errores en el propio kirchnerismo, tantos errores en el massimo, tanta desesperación en el radicalismo, tantos pejotistas simplemente desesperados? Recordemos que la elección de 2003, muy distinta tenía esa suerte de gusto a no sé que, Macri va a tener que tener una primer Paso muy buena, crece lo más que pueda en la segunda pero no desesperarse, y ver si puede ser el peor enemigo de un Scioli, porque si Scioli llega dañado y desangrado de la lucha intestina con Massa, sólo le va a quedar, darle el golpe de gracia, o que simplemente el otro se muera, Macri es tan lento que puede que el tiempo, como en 2011, hizo que apostará al último lo haga presidente en el “último momento” y no se trata de conversos, sino de la mala fe de millones de votantes que no son tan “anti-kirchneristas” como se los imagina.  

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