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Brasil hoy o Brasil en 2018.

1- Un mal punto de partida.

Actualmente Brasil y América Latina son analizadas de una manera errada. Los reduccionismos que sirvieron para apañar lo malo y defender lo bueno (según apreciaciones particulares), ahora se usan para justificar la crisis y para peor para oponer muchas falsas alternativas.

Nada de lo que ocurrió en el golpe de 1964 a 1981 es asimilable a lo que pasó con la caída de Dilma Rousseff, es falta de honestidad intelectual equiparar esto. La dictadura brasileña y sus grupos económicos, persistieron en Brasil y crearon una salida democrática que les convino en gran parte a sus intereses. Este es el poder O Globo, y el poder de la burguesía paulista en general. Pero también del Agronegocio y de las finanzas.

Nada de lo que pasó con Dilma es equivalente a lo que pasó con el golpe de Chávez en 2002, ni lo que pasó con Zelaya en Honduras. Militares o civiles que desplacen a un presidente y lo apresen no es un detalle menor. Todos los golpes militares del siglo XX, fueron civiles y militares tomando el poder por la fuerza sin mediar urnas.

En el caso del golpe de 2002 en Venezuela esto fue claro, por los cambios que el país había tenido en su nueva constitución y por las movilizaciones en favor de Hugo Chávez. No había dentro del gobierno quién esperará reemplazar a Chavez, cuestión que con el retorno de Lula por medio de elecciones hay un elemento de especulación electoral que es inverosímil en el caso venezolano.

¿Qué ocurrió en el juicio político a Dilma Rousseff?

Lo que ocurrió con Brasil es parecido a lo que ocurrió en Paraguay, partidos políticos que son mucho más poderosos que lo que los cronistas suelen considerar cuando defienden procesos progresistas, tuvieron los votos y la fuerza, sumados a un sistema político acorde, y con el uso de la ley, heredada de la dictadura, o presente en la constitución la facultad de realizar un juicio político.

Esto es importante para sacar al “partido mediático judicial” como el partido de poder. Una clase sí, partidos políticos e intereses creados. No una anulación de estas diferencias. La justicia en Brasil operó de forma intencionada y orquestada. La clase media y la pequeña burguesía, apoyando sectores reaccionarios, sí se volcó a las calles. Lo que no se puede decir es que, el sistema electoral brasileño no necesite del dinero de estos grandes grupos empresarios, tampoco se puede decir que el PT gobernando desde 2003 no haya sido un administrador de este régimen paralelo.

Antes de la caída de Rousseff, la argumentación en contra de la crisis del régimen por su funcionamiento de acuerdo a los intereses del gran capital era que simplemente la clase media, resistiendo a los cambios progresivos había roto con el PT.
Elementos culturales, como el racismo, el clasismo y la reivindicación de la dictadura eran los elementos que se ponían como claves en el proceso, los factores culturales antes que los estructurales. Brasil estaba abandonando el consenso hegemónico por llamarlo de alguna manera del progreso social que llevaba el PT.

 No obstante estas explicaciones, el juicio político como tal no tiene que ver con esto, tanto los representantes del PSDB fueron votados antes, y los del PMDB también. Considerando que esto es la clave para entender que gobernar en Brasil era obtener las voluntades de los legisladores y que el PT era una minoría, no se puede deducir que la crisis sólo fue fogoneada por los medios.

El PT nunca tuvo mayorías como las que tuvo el chavismo, ni como las que tuvo el peronismo en Argentina. Por lo que la explicación de poder ser juzgado por juicio político por medio de un congreso opositor se vuelve factible. Ya que la única receta para no ser vulnerable a estos manejos es sin duda tener la mayoría en al menos una cámara. ¿Importa si por buenos o malos medios?

2- El Juicio Político es algo menor a un golpe de Estado:

Si el juicio político político es posible, se trata de entender, ¿Qué casos son los más cercanos a la experiencia brasileña?

En Paraguay, la cuestión estuvo asociada a la llegada de Cartés, el retorno del Partido Colorado, con un plan neoliberal más agresivo y con el papel del agronegocio sojero en  particular, el cual en su expansión estaba teniendo resistencia por los campesinos paraguayos en primer lugar. No era el avance de Lugo sino la reacción de este sector.

El  gobierno de Lugo entorpecía este plan, el vicepresidente del partido liberal asumió el gobierno haciendo el giro en la política económica. Hoy Paraguay es presentado como un país rentable para el agronegocio y por sus salarios bajos, una especie de maquillas mexicanas, trabajo muy barato, el cual es promocionado entre la burguesía de Brasil y Argentina para inviertan en el país.

El Juicio express hecho contra Lugo con las mínimas formalidades muestra que el apego formal en la política burguesa es algo muy menor pero vale la pena mantener la diferencia. Porque optar por un juicio político muestra el poder y la capacidad de ciertos sectores en las mismas instituciones.

En Brasil influyeron los siguientes factores: Petrobras- la empresa estatal más importante del país como también el total de la economía la cual no crecía a las tasas que lo hacía en el mejor momento del gobierno de Lula Da Silva con los consecuentes beneficios al capital.
Eran presiones por intereses económicos . Algunos relativos al agronegocio, otros a las petroleras extranjeras que querían entrar en el presal, la rica plataforma de petróleo en el océano atlántico cercana a Río de Janeiro. Lo que en otro momento podría haber llevado a un golpe de Estado o ser los principales instigadores. En estos sectores suelen estar los más reaccionarios sectores sociales, ¿cabe alguna duda? Sus privilegios justifican su actitud.

Es decir que las burguesías brasileñas y paraguayas presionaron por mantener sus ganancias, presionado por las políticas convenientes para esto. Sus representantes actuaron en consecuencia. Esto es importante porque en muchos episodios se ven los grises. Los ajustes y recortes empezaron con Dilma de presidente, cediendo a la presión para asegurar la “gobernabilidad”.

En este proceso entonces se ve como ministerios estratégicos como el de agricultura estaban bajo el control del PMDB, y la cámara de diputados estaba con Cunha bajo la hegemonía del PMDB.

El sistema de premios y castigos para aliados mediante ministerios y corrupción tuvo el antecedente del mensalao y fue José Dirceu el primer caído.Los grandes ministerios  para asegurar coaliciones existen de que Fernando Henrique Cardoso es presidente. La corrupción de Petrobras está desde antes de que Fernando Henrique Cardoso fuera presidente. Cardoso mismo creó una red de corrupción acorde para poder ser reelecto nunca juzgada. La legalidad está supeditada al poder ¿cabe duda en este sentido?

Por lo que todo lo que hizo al Lava Jato, como lo que hizo al Tribunal de Cuentas de la Unión, como lo que hizo respecto a la corrupción a la campaña presidencial de 2014, fueron presiones sobre Dilma Rousseff para que implementará el ajuste. El juicio político que terminó siendo el que prosperó fue uno de los tantos de los que los opositores propusieron a la cámara. Difiere bastante de un plan mucho más conspirativo de los golpes militares de antaño y esto es importante ya que la sucesión nunca se resolvió.

Esta es la diferencia clave entre Paraguay y Brasil. Brasil no había una opción clara por la salida de Dilma Rousseff. Sí hubo una avanzada sobre puntos estratégicos. El primero fue Petrobras, una política de suba de combustibles, privatización y fin de la preferencia de Petrobras en el pre-sal se puso en juego. El PT cedió a esta presión. En la actualidad, pese a la crisis política, el plan para Petrobras es “bajar la deuda” la cual fue creada por medio de la corrupción y mal manejo malvendiendo el patrimonio nacional de los brasileños continúa en marcha.

Luego, la presión fue el por el déficit fiscal. Para mantener las ganancias en la crisis del 2008, Brasil no optó simplemente por la emisión. El dinero barato fue a parar a las grandes empresas brasileñas. Esta deuda de estas empresas y la deuda de Brasil en general, estadual y nacional fue la fase dos de la presión sobre Rousseff. Era injustificable entender que el ajuste no era ajuste aunque fuera momentáneo pese a que ese era el mal menor. Dilma controlada por una ley de presupuesto no podía por el poder con el que contaba exceder la deuda.

Desde ese presupuesto se fraguó el juicio político. Hubo oportunismo constante por parte de Renán Calheiros (ex presidente de la Cámara de Senadores), Eduardo Cunha (ex presidente de la Cámara de diputados) y Michel Temer (Vicepresidente).

No obstante, no era únicamente el PMDB la única fracción que quería la salida de Rousseff o imponer este plan. En este sentido, los avances por medio de Moro (Juez del Estado de Curitiba) y Janot (Jefe de fiscales de Brasil continuó). Estos fueron los que debilitaron al PT aún más. Su presión fue clara sobre Delcidio do Amaral del PT entre otros. El PT nunca pudo frenar estos procesos puntuales y previos.

Estas dos facciones siguieron en pugna por el ajuste y en contra del PT. Pero el PT en todas las respuestas que dió, busco alianzas con ellos y la inmunidad de su principal líder, Lula da Silva.  

El dato representativo de este hecho, es que Meirelles y un ala tecnocrática ganaron poder y espacios de decisión. Estos políticos aún siguen libres de procesamiento. Además hasta hace poco tiempo, el PSDB (la centro derecha) sumó poder a costas del PT y del PMDB, la alianza gobernante.

Por último el Juicio Político o “Golpe” como se quiera llamar, ocurrió por las presiones para realizar el ajuste, y por el hecho de que los juicios políticos en todas partes del mundo no están atados a delitos necesariamente. La defensa de la legalidad y de la legitimidad si bien son importantes, en muchos aspectos son secundarias en cuanto a que el PT apostó por el fin del gobierno de Temer y volver al poder por medio de las elecciones. No apostó por la oposición total al sistema. No apostó al fin del sistema. La mejor muestra de esto fue la esperanza de que una política financiada por el Estado para las campañas, es decir en manos del PT, le permitiera por fin tener una ventaja mayor sobre sus rivales políticos y no otra transformación.     

Justamente por esto, sacando el PT que en sus orígenes estaba claramente a la izquierda de lo que está hoy, fue el establishment quien dominó gran parte de ambas cámaras en el legislativo, y el que impuso, una y otra vez planes económicos. En este sentido en Brasil, las críticas por izquierda han sido sui generis, y muchas veces poco consecuentes. No siempre fue la crítica en la misma forma y de acuerdo a los mismos principios. El PT implementó medidas que favorecieron al capital constantemente. Centrarse en los beneficios para los sectores populares por medio del Estado no cambia todos los hechos anteriores.

Un dato especial, es que primero la constitución de Brasil, la última es de 1985 muy próxima al fin de la dictadura, esta no fue reformada a posterior, y como en Argentina por ejemplo, muchas leyes de facto siguen operando en Brasil. A esto sumemos que fuera de la política dominante en Brasil, hay un partido político pro-dictadura con un nada despreciable porcentaje de apoyo del 10%.

Por esto, tanto los “golpistas” en el Congreso, como quienes presionaron desde la justicia no son un grupo homogéneo. Por esto también la crisis sigue, bancos como BTG Pactual, empresas constructoras como Odebrecht y frigoríficos como JBS, beneficiados por el sistema del PT formó parte, fueron entregando a los políticos del sistema.

Lo que hace de la justicia brasileña a nivel burgués criminal, es que estos empresarios fueran estar libres o puedan comprar su libertad por cuantiosas sumas de dinero. Un pacto entre las mismas facciones burguesas que sigue la línea de lo que pasó a nivel legislativo.

No es sólo un golpe parlamentario, es una lucha entre facciones, es la caída en desgracia de algunos en beneficios de otros. ¿Quiénes fueron los que ganaron en concreto el poder en Brasil? La definición concreta aún no está clara dentro de las facciones burguesas en cuestión.  

Actualmente la crisis de Michel Temer, es la crisis de la fórmula que comenzó en 2014, con programa político y económico, un ajuste gradual, la brutal crisis de Brasil hoy lo demuestra.

Esta fórmula fue la que se impuso frente Aécio Neves que era la del PSDB. No obstante durante la segunda vuelta ya se destaca por derecha, Carlos Pagni por ejemplo en Argentina decía que el PMDB era el partido para acceder al poder en Brasil. Otros por izquierda y reformistas, decían que la presencia de homofobia, iglesias evangélicas y clientelismo eran ingredientes que mostraban la cara conservadora de todo el PMDB y no sólo de Michel Temer.

El embudo de 2014, el que proponía variantes de ajuste fue el que hoy se encuentra en la debacle. Esto no es tomar partido ni hacer escalas de grises. Parece realmente inútil pensar que es la opinión pública la que está impactando en estos procesos de pugnas intestinas de las luchas dentro de la burguesía. Si se ve que como resultado muchas figuras quedan desacreditadas. No obstante las reglas de juego siguen pie.

Las reacciones del pueblo brasileño, son múltiples y tienen intereses más claros, ellos fueron los que se opusieron a las olimpíadas, y al mundial, donde sin las presiones del “golpe” se prefirió reprimir. Lo mismo con las subas de las tarifas de transporte, etc. Hoy en día resistir al ajuste es resistir a Temer, porque resistir a Temer es resistir la agudización de la crisis pero nada de esto es defender experiencias anteriores per se, es defenderse de todo lo que perjudica la supervivencia de millones de brasileños.    

3- El Consenso conservador es importante:

Frente a las “Directas ya” y su manipulación por parte de la alternativa que es Lula de nuevo en el poder. Con la necesaria formación de la “Unidad Nacional” con quien lo tiraron se barajan alternativas.

Las “Directas Ya” en caso de que la crisis llevará a una crisis peor, y la clase obrera brasileña pudiera avanzar sobre el régimen político, llevando un programa más ambicioso del que Lula puede dar es obvio que llevaría a una crisis mucho más profunda del régimen. En estas horas decisivas, la burguesía ve posibles grandes ganancias. Castigada por el ajuste, la represión y la traición de los sindicatos que especulan con lo electoral no es claro que esto pudiera ocurrir automáticamente.

Temer y los tecnócratas impulsores de las reformas en jubilaciones, en el gasto público y en las condiciones laborales pueden maniobrar.

De estas variantes Gilmar Mendes por ejemplo, miembro del tribunal superior electoral el cual podrían definir el fin de Temer en el gobierno el 6 de junio, se muestra como proclive por sepultar la vía del enjuiciamiento generalizado a los políticos en todas las causas políticas. En Ámbito Financiero, esta variante, la “pizza” como le dicen en Brasilia al acuerdo es algo que se maneja por estas horas. La amnistía sería la salida ansiada por los propios políticos.  

Tanto el presidente de Petrobras, Pedro Parente el que lleva a cabo el ajuste en Petrobras pese a las huelgas de petroleros, pese a la oposición es otro de quienes se presentaría para ser presidente en la elección indirecta.

Otros funcionarios de larga data como Nelson Jobim o Meirelles actual ministro de economía también se presentan como posibles candidatos. Todos ellos son variantes del mismo programa económico. El fin de Temer aún deja a todos los diputados electos en el Brasil pendientes de una negociación, buscar un acuerdo con Lula presionado por causas que lo podrían sacar de carrera o ir por la elección indirecta. En ambas hay impunidad para los restantes arquitectos del sistema político brasileño.

Este hecho es el que hoy promueve fuertemente la especulación en Brasil y que se muestra como un laboratorio de lo que podría ocurrir en Venezuela en caso de que Maduro abandonara la presidencia. Sectores burgueses aliados en pos de una propuesta de ajuste. Además en línea con fenómenos mundiales como el envejecimiento de la población, la caída de la productividad, la crisis financiera a nivel mundial y el problema actual que resultó de la crisis de 2008, la tasa de interés totalmente deprimida y el alto nivel de deuda de los capitalistas.

De esta crisis, se quiere salir por medio de impuestos al consumo, reducción de beneficios sociales, saqueo de los recursos naturales, y empeoramiento del sistema previsional. En este sentido este es un plan a largo plazo, atado a los intereses de Brasil en el largo plazo. En cuanto a que el PT en los mejores momentos de la macroeconomía brasileña no pudo alterar eso en términos de relaciones de fuerza a nivel político entre la clase obrera y la burguesía sería inverosímil que lo pudiera hacer en los peores momentos.

¿Ajuste o “Revolución por arriba”?, si la economía brasileña, después de la brutal transferencia de ingresos que permitió la inflación y de la presión que hace la desocupación sobre millones de brasileños, se suma legislación acorde  que perpetúe estas condiciones de explotación, es probable que al menos, en cuanto al PIB y a las ganancias de las empresas puedan estabilizarse. Este es el consenso que se busca. Sin abstracciones y futurología como fue el Plan Real en ´94, hoy la burguesía está a pasos de consagrar un nuevo plan económico.

Las elecciones directas en el corsé de los partidos existentes y con la ayuda de los sindicatos con sus direcciones actuales sólo busca la legitimidad y variaciones menores en estos planteos. Sin poder saber el futuro en lo que es peor y lo que es mejor. Se puede decir que ya está en marcha y quienes se presentan para la continuidad.

Subestimar estas operaciones, estas alianzas y estas especulaciones es perder un parte importante dentro de la política brasileña. Esta crisis si bien es importante aún muestra el espacio de maniobra y capacidad de respuesta de los grupos dominantes del país.


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