Introducción:
Desarrollar
la interrogante; ¿Cuál es el interés en la corrupción en el ejecutivo? ¿Vale
analizar esta variable particularmente?- lo primero que podemos decir es que la
misma existencia del sistema democrático, como una “democracia empírica” en
Sartori, o una poliarquía en Dahl, nos demandan mínimamente que la información
en torno al funcionamiento del ejecutivo este en la mayor cantidad de personas
posibles por sus consecuencias a la hora de dar o no el consentimiento a un
partido, persona, grupo de personas, o grupo de interés.
Podemos
decir antes que nada que la “corrupción en el ejecutivo” es sin
lugar a dudas algo importante en el régimen presidencialista por dos razones:
a) el mandato fijo del presidente, b) la importancia que tiene el gobierno de
un gabinete designado por él en la totalidad de la obra de gobierno de periodos
claros, en este caso, estaríamos tomando, una parte de un periodo presidencial,
el periodo de 2011 a
2015, más cerca del final, pero no en el año de campaña. Básicamente desde este
punto de vista, el 2014, tiene un sentido particular la idea de la corrupción
en sí misma, mientras que en el 2013, la agenda estuvo manejada por cuestiones
diversas, entre ella la elección legislativa, ¿Llegaría el kirchernismo a tener
mayoría extraordinaria? Este fue uno de los grandes temas que se destilaron por
medio de noticias y periodistas en particular, de los que se pueden citar
personas como Carlos Pagni, Jorge Lanata y Alfredo Leuco. Todos ellos
específicamente centrados en estos procesos. Podemos saber que la idea de
“corrupción en el ejecutivo” es en sí misma una agenda cambiante, ya que esta
sujeta a dos variables: a) el desempeño del poder judicial b) las acciones del
poder ejecutivo, y las acciones de la oposición en general. Como caso de color,
relevante para entender cuán lejos pueden estar la agenda de los medios, las
candidaturas y la coyuntura política vale resaltar dos asuntos: a) el papel de
candidatos como Garrido el cual como diputado pese a ser el fiscal que más
presiono a los Kirchner no despegó, ni en el frente donde estaba ni en la
política nacional, quizá por su condición de fiscal y no de juez. La figura
gravitante del poder judicial ha sido Lorenzetti. En este sentido podemos ver
como Casanello, Oyarbide, como
Zaffaroni, se han comenzado a mover en direcciones distintas luego del fracaso
de la reforma judicial. La causa sobre Lázaro Báez y Austral Construcciones,
parece que en sí misma no va avanzar de la forma más rápida de acuerdo a la
demanda de los medios de comunicación, lo mismo concierne a Fariña en sí mismo.
En este sentido vale decir que la frase: “Lázaro es Néstor” sí tuvo un efecto
perdurable y por qué no cognoscitivo. La televisión fue el medio fundamental
para esto, hay que decir que estos casos de corrupción se sostienen más por el
efecto de la televisión que por el efecto de la prensa escrita o libros; en
este sentido la “10 K” el libro de Jorge Lanata, seguramente tendrá menos
efecto que PPT (Periodismo para Todos) En este sentido podemos ver claras formas de
interrelación entre la “Corrupción en el ejecutivo” y candidatos políticos en
particular, más el papel de la prensa escrita, el primero de ellos, el papel de
Elisa Carrió, la candidata por excelencia que más denunció al poder ejecutivo
en los programas de televisión es la menos premiada por el electorado a la hora
de asignarle votos, hay que considerar que UNEN no funciona exactamente como el
frente renovador y no tiene una figura gravitante tan importante. Esto nos da
un indicio la variable “corrupción en el ejecutivo” es
dependiente de la “imagen positiva del presidente en ejercicio” y la posibilidad
de otros candidatos de acceder a la primera magistratura pero no es
independiente de la imagen de este como puede ser la inflación o la
inseguridad, la cuales atraen votantes independientemente de los candidatos por
sí mismos. La ausencia de programas partidarios conlleva a una suerte de
paradoja, la primera es que todas las agendas políticas deben responder a los
problemas fundamentales mientras que corrupción en el ejecutivo es el tema más
esquivo al gobierno en sí mismo y en su fase final se ha convertido en un
dañino pero no mayor de los problemas de la gestión del país en sí misma.
La variable
en sí misma aporta un acercamiento a una forma de fiscalización por parte de la Opinión Pública , a la vez
muestra el papel preponderante en las élites políticas, sociales, en la
participación de medios de comunicación y en los formadores de opinión como
aquellos que alteran las relaciones entre el poder judicial y ejecutivo,
mostrando una arista de la actividad política donde sociedad civil y gobierno
se influyen mutuamente de manera asimétrica. En este sentido, el desprestigio
de la máxima figura Menem en los 90´, los Kirchner hoy termina funcionando de
manera análoga, una potencialidad de esto es forzar la alternancia de un ciclo
bajo el argumento de que cualquier alternativa es mejor a lo vigente sea real o
no, en este sentido el recalcar los casos de corrupción a nivel nacional tiene
una importancia clave.
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