Republiqueta:
I-
Tienen que vencer en
corso solitario.
Proponen fundir los
aceites esenciales.
Sus guerras, si tal
cosa cabe,
Su miedo al crimen, de
lo irrepresentable es parte de la magia.
De toda la mierda que
puede chorrear la urna- no se asquean.
Se ha de respirar
cualquier cosa, porque cualquier cosa se pudre.
Y la ida y vuelta de
la hipocresía, hace del culto a la casta.
En toda la mierda que
no se juega la vida.
Queda especulación.
Le ponen, pene,
poronga, historiadores liberales, Perón, le ponen lo que quieran.
II-
Entrañables personas
que odian los anónimos.
Se creen acurrucados
por la historia.
Los grandes apellidos
para los moderados, los chupados, flacos y locos.
Los zombies, sí son
todos, en la cárcel de la ensalada de la carne.
En el anti-pasto del
semen a punto caramelo.
Se usan la palabra
fácil, el hombre prudente sólo con sus puños
En puñetas terminadas
no ve el progreso de la policía.
Ellos los dolidos
blancos manchados.
Y los muertos
inevitables de los robos millonarios en sacrificio humano.
Ay de vos, en la cara
que imaginas, el cacique con Tetas.
Es de plástico y qué.
Suele salir un díos,
para tumbar a otro.
Y nos seguirán tapando
el sol.
De cita de Iorio, y la
pasta que nunca hierve.
De la crítica del
diario del lunes,
Del periodismo de
investigación.
De…
Lo que sea.
III-
Dedicados los años a
la vagancia, a ser garca incomprensible.
Por cobarde sin
mediación matando a la creatividad en nombre de la farsa humana.
Un poco peque-bú.
(boo)
Todos se asustan de
los cobardes que son los otros.
Y la película al
final.
Dice: “The End”
Sin alma-episodio de subsidio:
I-
Transa angélico me seduces en tu hipocresía.
Que gusta de las razas y de las formas, y al final, no te
conformas sino que miras.
Estrabismo derrotado. Cambias la dieta.
Llegará esa luz más cara.
II-
Ay de nos, que el agua nos las cobran, tantas veces como la
sed subsista, y en el viaje insulta,
Sí que nos movamos.
No hablemos de los muertos porque es tabú, podremos decir
siempre.
Ellos los malos, nosotros, “los buenos”
Y toda jugarreta del destino… será menor.
Nada será tan caro, ni nuestra conciencia.
La contra que es impotente, el pene flácido de la comedia
perpetua.
No puede acabar, no puede dejar el paso,
No puede creer en el fin del mundo.
La esperanza de la reacción poética,
La alegría.
No cuidan al ser,
Cuidan las palabras.
Son tan elementales como todos.
Quieren hacer de la libertad un perfume
Pero apestan a nosotros.
Presuntuosos espectros subsidiados.
III-
Somos la memoria corta de los vecinos,
La paz de los vencidos, los enanos, los tullidos.
En suma somos la culpa, exculpada de la venganza que no
llega.
La estupidez de la cárcel como la Jerusalén celeste.
El homo-erotismo al palo, con el besito de Jesús.
El facón, vuelto a los testículos del poder que consagran
siempre otros.
La irrelevancia matemática,
No exime de la culpa.
Los votos siguen, la lucha también.
Qué es la lucha, y quién es quién.
¿Quién encuentra la salida?
¿Quién se encuentra en la salida?
IV-
Todo es la plata, si es más fácil abunda,
Y gente que vive distinto cree que vive igual.
Por se persigna con las mismas estampas.
Sirve para los muchos, sirve para los pocos.
Sirve para fugarse todos,
Todos, los días.
Nos construyen la paz todos los días:
I-
Delicioso amor de lo
denso.
Irrespirable paz,
¡Guerra!
Cada guerra que
prepara una paz.
Una muerte sensata.
Una nueva manera de
matar.
…
Volando
Hemos tenido el gusto
de probar el placer del holocausto.
La banalidad ante el
poder, la banalidad ante el deber
Resistir.
La muerte ahí,
En la punta del
tenedor.
¿Quién ha de resistir?
Una buena idea,
puntean al cadáver.
Ahí está la paz, si ya
pasó,
Si la faena fue,
Si la música, se oye
pero nadie, necesita que la pasen.
II-
Paz como el consuelo
del depresivo para respirar.
Paz como la pasión del
maníaco de pensar que al fin puede matar.
Una y otra vez.
Paz es goce, paz es
sadismo, paz es pensar a quien eliminar.
Fría piedad, justo
humanismo piadoso.
Cuidadas lágrimas de
cocodrilo para las almas bellas.
La impotencia de los
hombres,
Crece en la potencia
de los imperios.
¿Será por eso que no
hay acuerdo en quién ha de pagar la cuenta?
Los pétalos de Dios:
I-
Del rosario de inexistencias fascinantes.
De la fuerza, de la oveja, pero eso no es nada.
Cada vez que buscan, el centro de tu amor,
El centro de tu paz,
El cúmulo de tus tesoros,
Aumentan la baba, empuñan el sol.
Derriten la humanidad
Pero no hallan nada.
Los más delicados epítetos, son la nada misma.
Su historia, es la nada misma.
Y no resisten, presionar, y en deshacer la flor.
El mito de un hombre imperfecto que se encarna
En Dios.
Sus dobleces de la naturaleza.
Su cocción al vapor.
“Dios”
Es una flor,
Es un aroma, es la negación de las palabras.
Dios es el placer del ateo, haciendo perfume.
Es la necesidad del creyente, de olerlo.
Es tener la presencia de los aromas que se quedan y se van.
Mientras más verdad, menos dios.
Porque la
Verdad , es dios.
Qué verdad, qué justicia,
A riesgo de ser imbéciles.
Belicosos hombres de tautologías.
Que la inteligencia, lo conquiste todo.
Que sea perfecta en nuestra torpe idea de la simetría.
Que siempre tenga su mismo sabor.
Que sea perfecta, que sea frágil.
Que no puede ser gozada sin la caída.
Que sea, locura.
Que sea. Dios.
Hay más:
I-
Del crudo abandono.
Ser abandonado es entender el espacio y el tiempo.
Es recuperar la inmensidad, es no interpelar a nadie.
Es carecer de la pregunta.
Es conversar para siempre.
Aunque no se crea es durar.
Ser abandonado es el frío que da lucidez.
Es la cara cruda del rechazo seco.
Ser abandonado de una vez, sería mejor y más sano que el
amor.
Sin embargo es la nada.
Ser dejado en la verdad.
Ser y no ser.
Vaciado, en suma, ser, pero pensar que nunca se iba a dejar
de ser visto.
Sin depresión alguna.
Lo perdido, nos pierde.
Nada se ha dejado cuando,
Se tiene que desaparecer.
La angustia con ansiedad, no es tanta angustia.
Nunca poder volar pero que nadie pueda hacerlo
Que caídos del árbol, nadie mire atrás.
No se tiene miedo a los muertos.
II-
Los muertos no abandonan, se quedan.
El deber de la vida no es recordar.
Vivir es vencer la memoria y el tiempo.
Vivir no es dejar morir, ni dejar pasar.
Es ir abandonando.
Morir tranquilamente, es dejar la vida pasar.
Y en eso se pasa, la ausencia de la angustia.
Nadie puede esperar, nadie debe esperar.
Nadie se resiste a no esperar.
Hay más.
Te han dejado crudo en un sueño.
Y el sueño se hace más crudo cuando al final.
Las lágrimas del éxtasis, hacen del punto que se fuga,
El relicario.
No piensa que muere eso que huye.
Durar tiene que durar.
Para engañar con la eternidad,
Incluso en la muerte justa allá.
Jamás se verá quedarse como lo que es.
Materia. Aquí.
La madre:
I-
Culto de la maldición de las mujeres,
La madre mata a la mujer, la mata por el instinto del
castrado que extraña que lo mimen.
Si la madre nunca muere, el hijo vive.
Pero el hijo que vive para siempre no es un hijo.
El hijo que muere, en la comedia, el hijo que inventa
madres.
Ese es el “HIJO”.
Un zombie más,
Un ser que por encima de todas las cosas es un fauno,
envilecido, y con pezuñas menos.
II-
La madre debería ser el inicio de la tragedia del tiempo-.
Pero el hijo sabe, Padre y Madre, son inventos.
Si dejar a otro ser, debería
Justamente ser, tener que decir origen.
Sería irrelevante.
Y bautizados sin prejuicio.
Sólo serían historia.
¿A qué aferrarse?
Tu madre zombie, te mece, si tan sólo pudieras dejar, ser…
Si tan sólo, el zombie fueses tú.
Si tan sólo el semblante fuese suicida.
Si tan sólo son columnas del imposible.
Cruda realidad.
Deseo crudo.
Venciendo al final.
Humano, sin sentido,
Arrastrado en la cruz,
Con el dulce novio que no sirve.
El casamiento que castra,
Madre de la humanidad y madre nuestra.
Un capricho, teológico de antaño-
Que no existe en ninguna parte.
Pornomix-Amarna:
I-
Reconstitución plena de juventud.
Cruel, y pobre destinatario.
El dolor. No es nada.
Todo es dolor, pero a la vez…
Juego.
El tiempo, se deduce, en el dolor.
Ha sabido el hombre encariñarse neuróticamente a las cosas.
Vigilante psicótico.
Sin fin, y en la forma que les pido.
Conquista el final.
Sin cielo de jubilado, sin promesa de morir.
Serás modelo, serás, la misma nada que niega respuesta.
Da foto-encuadre-lo que sea.
Alienta la
necrofilia.
Quiere ser monstruo infernal.
¡Reina de los océanos!
Que nunca vemos.
Cruda oscuridad gourmet.
II-
Su versión deliciosa de la muerte contra las olas, siendo…
Pareja de todos, y de nadie.
Siendo la sirena zombie, siendo la princesa Disney.
En el imperativo del sistema que dice que las mujeres sean
putas.
Sin saber qué es puta.
Con la conquista final de amor.
Alguna mujer femme fatal, será enemiga del estúpido
temerario en su…
“imaginación”
Se entrenan para golpear todo lo que no denigran con sus “discursos”
En la materialidad de la palabra confían que son mejores que
las balas.
III-
En este picadillo, ellos y ellas duermen mejor.
Todo es criminación.
Nadie habla de la bomba atómica.
Nadie los educo para que pase.
Qué nadie nos represente, que el porno sea un espejo de nuestra
vida.
Y que simplemente nuestra vida nos ponga al palo.
Para que la “pequeña vida”
Dura, muy dura, siempre “blanca”
Valga la pena.
Primer amor:
I-
Voltaire,
La virginidad no es virtud.
El amor tampoco.
El primer amor, menos. Si fascina es porque no existe,
Porque jamás se ha sentido primero.
Porque esperar, ha sido la cama, la guarnición.
El primer eslabón de una cadena.
Depende de esa cadena.
Depende de la cadena que ahorque o que sostenga.
II-
El primer amor, buscando el nombre.
Esperando el hijo de la estupidez consumada, el primer amor.
Conquista de medir el tiempo del deseo.
El primer amor siempre es más real.
Cuando el alma no se rompe.
No se usa y no existe.
El primer amor, nunca tiene que pasar.
Todos los amores perdidos en un abismo suman.
Si amar fascina,
Si “amar” es un mito es porque se intenta amar.
Siempre en primera vez.
Y una palabra suya, delirante.
Histérica, bastará.
Para sanarte.
Y esa cuestión.
No existe.
No ceder, es amar, el “amor”.
Érase (borrase) una vez:
I-
Negarse. Ser hijo de puta.
El poeta ofende, el de verdad ofende.
Pero ofende siempre.
Es amado siempre, por ofender.
El poeta borra y niega lo que ama,
Lo consume en la palabra.
Lo mata, lo peca, y lo arruina.
Es el anti-héroe.
El poeta es el que se anima.
El poeta es el invento de los cobardes.
Los poetas, los lánguidos seres,
Más mejores más peores, merecen
Degollados abonar las raíces del Poeta.
II-
Amor al final.
De las palabras estúpidas, amaste siempre, siendo cretino.
La caída, es por torpeza y desde lo alto.
Poesía es pretender subir, inútilmente.
Caer, escribiendo caer.
Sin ser intenso.
La caída de los que no valen la pena, no es intenso.
No es el orgasmo de los ídolos tarea de mediocres.
Qué es y quién es,
Donde está el momento del cuerpo abandonando al otro.
Negando la depresión.
Un buen cadáver consumido.
En tiempo record.
Buen gusto y abandono.
Dejar para siempre.
Eso es poesía, poeta, y palabra.
Se usa siempre, pero en el uso.
Se extravía, se arruina, y se quita.
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